Cómo evitar la corrosión del acero

evitar corrosion acero

Evitar la corrosión del acero es crucial, tanto para mantener la integridad estructural y funcional de los materiales, como para prevenir pérdidas económicas significativas.  

 

La erosión es un proceso natural que deteriora los metales y puede tener impactos devastadores en infraestructuras, equipos industriales y herramientas. Además de comprometer la seguridad y eficiencia de las operaciones, el deterioro del metal conlleva gastos adicionales asociados con la reparación o reemplazo prematuro de componentes afectados. 

 

En Aceroa, como distribuidores especializados en aceros especiales, sabemos cómo puede influir este proceso natural y qué repercusiones tiene en los materiales y sus posteriores aplicaciones. En este artículo, te damos consejos y claves para retrasar todo lo posible este fenómeno.  

corrosion acero

¿Qué es la corrosión de los aceros? 

La corrosión de los metales, incluyendo el acero, es un proceso natural de deterioro que ocurre debido a reacciones químicas con el entorno. Este fenómeno provoca la pérdida gradual de material y puede comprometer la resistencia y funcionalidad de estructuras y componentes metálicos. 

 

Suele manifestarse en forma de óxido u otros tipos de erosión superficial, siendo influenciada por factores como la humedad, la temperatura y la presencia de sustancias corrosivas en el ambiente. Entender este proceso es fundamental para llevar a cabo estrategias efectivas de protección y mantenimiento de materiales metálicos. 

Proceso de corrosión del acero 

El desgaste del metal por corrosión es un fenómeno natural que afecta a los metales, comprometiendo su integridad con el tiempo. Se inicia con la aparición de pequeñas imperfecciones en la superficie del metal, como microgrietas o zonas expuestas.  

 

Estas imperfecciones permiten que elementos como el hierro reaccionen químicamente con el oxígeno y otros agentes presentes en el ambiente, formando compuestos como óxidos y sulfatos. El proceso se puede dividir en diferentes fases:  

 

  • Inicio: pequeñas imperfecciones se forman en la superficie del metal, permitiendo la entrada de agua, oxígeno y otros agentes corrosivos. Estos agentes inician la reacción química en la superficie del metal. 
  • Reacción: el metal reacciona con el entorno, formando compuestos como óxidos y sulfatos. Estos compuestos son típicamente menos densos y más voluminosos que el metal original, lo que puede causar que se forme una capa escamosa y porosa en la superficie. 
  • Propagación: la corrosión se extiende desde las zonas iniciales afectadas hacia otras partes del metal. Esta propagación debilita gradualmente la estructura del material, comprometiendo su resistencia y durabilidad. 
  • Avance: si no se controla, puede penetrar profundamente en el metal, afectando su integridad estructural y comprometiendo su funcionalidad. En esta etapa avanzada, los daños pueden ser irreversibles, lo que puede llevar a la falla total de los componentes metálicos si no se toman medidas correctivas adecuadas. 

Factores como la presencia de humedad, la exposición a contaminantes químicos como cloruros, ácidos, sulfatos o compuestos orgánicos en el ambiente y las variaciones extremas de temperatura pueden acelerar significativamente el proceso. Las consecuencias incluyen la pérdida de funcionalidad del metal, así como costes considerables asociados con la reparación y sustitución de los componentes afectados. 

Cómo proteger el acero de la corrosión 

Retrasar el proceso de corrosión del acero es posible si se llevan a cabo una serie de estrategias de protección que incluyen:  

 

  • Utilización de recubrimientos protectores como pinturas, barnices y recubrimientos cerámicos que actúan como barreras físicas contra agentes corrosivos. 
  • Aplicación de técnicas de galvanización para recubrir el metal con una capa de zinc u otros metales nobles que proporcionan protección catódica. 
  • Empleo de anodización para formar una capa de óxido en la superficie del metal, aumentando su resistencia a la degradación. 
  • Uso de inhibidores de corrosión que se añaden a fluidos o recubrimientos para reducir la velocidad del proceso. 
  • Diseño adecuado de estructuras para minimizar la acumulación de humedad y sustancias corrosivas. 

Con estos consejos, además de proteger el metal se reducen os gastos asociados con el mantenimiento y la sustitución de componentes.  

Medidas para evitar la corrosión del acero 

Evitar la corrosión del acero es fundamental para alargar su vida útil y garantizar un funcionamiento correcto independientemente de los factores ambientales.  

 

En entornos industriales y estructurales es necesario mantener un ambiente seco y bien ventilado para reducir la exposición del metal a la humedad atmosférica. Además, se deben controlar las fluctuaciones de temperatura que pueden contribuir a la condensación y corrosión del metal. 

 

Es aconsejable realizar limpiezas regulares para eliminar suciedad, polvo y otros contaminantes que podrían acelerar el proceso corrosivo e inspeccionar periódicamente el estado del metal, para detectar signos tempranos de corrosión y tomar medidas preventivas a tiempo. 

 

Dotar a los metales de capas protectoras como barnices, lacados o pinturas también puede ayudar a protegerlo de forma efectiva contra la corrosión, en el mercado existen productos específicos para controlar la aparición de óxido, que suele ser el principal desencadenante.  

corrosion aceros

Cómo recuperar el acero de la corrosión

Una vez que el material empieza a deteriorarse, es posible revertir la situación, siempre y cuando se haga antes de que la corrosión esté demasiado extendida y no haya deteriorado la estructura del material. Algunas formas de hacerlo son:  

 

  • Limpieza y reparación de la superficie.  
  • Aplicación de convertidores de óxido. 
  • Tratamientos de pasivación.  
  • Revestimientos protectores.  

Es importante realizar una evaluación exhaustiva del estado del metal antes de seleccionar el método de recuperación adecuado. En casos severos, puede ser necesario recurrir a técnicas avanzadas de restauración o incluso considerar el reemplazo de componentes irreversiblemente dañados.

 

La corrosión de acero es un proceso natural que puede evitarse y en casos no muy graves, solucionarse. Para evitar los costes asociados a este proceso, es mejor optar por metales tratados o inoxidables que garanticen su larga vida útil. En Aceroa disponemos de un amplio catálogo de aceros especiales listos para su uso incluso en los ambientes más corrosivos.  

Otros artículos que pueden interesarte:

¿Necesitas más información?

También puedes buscar otros contenidos

CATEGORÍAS DE BLOG:

¡Pídenos información aquí!
¡Hola!
¿Te interesa alguno de nuestros servicios o productos de acero especial? ¡Te asesoramos!